lunes, 8 de abril de 2013

PAELLA 553

  ¿Por qué 553 ?  pues no lo sé. Podría llamarse un millón cuatr..........y cinco.
Detrás de cada ESPAÑOL hay un auténtico chef de paellas.¡ Siiiii !  también detrás de aquellos domingueros que sólo tienen que estirar la mano sin decir nada,  para que sus queridas esposas les alarguen todos aquellos ingredientes que ellas se han preocupado de comprar, limpiar, cortar, sazonar........así  como fregar todos los cacharros antes y después de la paella. Estas son las mujeres que hay detrás de cada 
GRAN HOMBRE.
  Pero la 553 es especial.
 Es una paella  hecha por una mujer, mi hermana Montse, cuyas paellas (siempre diferentes) no dejan de sorprenderme.
  Así que hoy cambiaré mis fogones de principiante y me dedicaré a mirar y preguntar.
_ Montse ¿ paella de qué ?
_ Pues mira: tengo un conejo pequeñito, cuatro alcachofas y un pimiento rojo.
_ ¿sólo con eso?
_ No necesito más.  Bueno y lo que siempre te he dicho, el buen aceite de mis olivos en abundancia,sal,pimienta,azafrán,nuestra querida pebrella,hierbaoliva, y el cariño que siempre le ponemos.


   Bueno...  Pues después de trocear el conejo, las alcachofas y el pimiento rojo, coloca un caldero
en el fuego y añade una una cantidad considerable de aceite, y salpimienta trozo a trozo el conejo que va introduciendo en el caldero, y deja dorar a medida que sazona con el resto de especies.

_ Esta pebrella es de la que tu has cogido esta mañana.                                                                                 (Me comenta)

Después añade las alcachofas y el pimiento
.......Y sigue sazonando
Por fin cambia todo a una paellera y añade el arroz que mezcla  con el resto  de ingredientes.


El olor es intenso, agradable, casi se puede cortar.
  Por fin añade el agua y el azafrán
_ Ahora sólo queda esperar (me dice)





En los siguientes veinte minutos uno se resiste a salir de la cocina.
  Allí es donde se cuece el olor que poco a poco inunda la casa.
  Y...... al final   "VOILA "

  Esto se merece una foto.
_Vamos fuera para que pueda retratarte junto a este bonito rincón de la naturaleza.
 Y ya después en la mesa, donde se acaba toda la historia.















 Porque la paellera no se podía   comer.



Otro dia hablaremos de otro tipo
de paellas,



 pero ahora os dejaré tranquilos
e iré a buscar un poco de tomillo




















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